La extrusión de materiales es una metodología de fabricación aditiva (AM). Un carrete de material (generalmente polímero termoplástico) se empuja a través de una boquilla calentada en una corriente continua y se deposita selectivamente capa por capa para construir un objeto 3D. La fabricación de filamentos fundidos (FFF) y el modelado por deposición fundida (FDM) son dos ejemplos de tecnología de extrusión de materiales.
La extrusión de materiales no suele ser tan rápida ni precisa como otros tipos de fabricación aditiva. Sin embargo, la tecnología de extrusión de materiales y las materias primas compatibles, como el nailon y el plástico ABS, están muy extendidas y son baratas. Tanto es así que la extrusión de materiales es el proceso más popular para la impresión 3D de grado aficionado en el hogar. En entornos industriales y de fabricación, la extrusión de materiales se usa comúnmente para producir prototipos no funcionales, piezas de repuesto temporales para maquinaria o creación rápida de prototipos rentables para múltiples iteraciones del mismo objeto.
La extrusión de materiales también tiene la ventaja de ser escalable. Se puede utilizar para piezas pequeñas de 20 cm o menos, pero también para piezas muy grandes donde las dimensiones se expanden a varios metros. Esto significa que la extrusión de materiales se puede utilizar para imprimir piezas que caben en la mano hasta piezas del tamaño de un vehículo, y esta característica de escalabilidad se está utilizando en muchas industrias para utilizar la misma tecnología para imprimir una amplia gama de piezas.
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