Learn More
En el mundo de la fabricación de maquinaria industrial, hay una palabra que describe los retos a los que se enfrentan estas empresas actualmente: complejidad.
Esta complejidad incluye una cantidad de software obligatorio dentro de las máquinas que aumenta rápidamente, globalización competitiva, márgenes cada vez más reducidos, necesidad por parte del cliente de máquinas más personalizadas, cumplimiento de regulaciones gubernamentales y medioambientales, así como iniciativas de la fábrica inteligente, como la Industria 4.0, entre otras.
Ante estas presiones, es evidente que las máquinas deben ser más inteligentes. Si no puede abordar la complejidad que conlleva incorporar software a sus máquinas, desarrollar una máquina avanzada según los requisitos del cliente o competir de forma agresiva a escala mundial, significa que le quedan pocos días de crecimiento rentable. En esencia, el requisito básico es ser más innovador en el diseño y el funcionamiento de las máquinas, así como en el proceso de desarrollo.
Los fabricantes de máquinas industriales deben poder realizar el diseño, la ingeniería y la implementación de las máquinas virtualmente para optimizar el rendimiento, mejorar la calidad y maximizar los márgenes. De esta forma, también se puede mejorar la velocidad y la eficacia de la cadena de procesos de diseño, aumentar la colaboración en diferentes dominios, garantizar la capacidad de repetición y la eficacia de los procesos de fabricación y satisfacer las necesidades normativas con un diseño mecatrónico avanzado.
