La evolución de la fábrica, la base del futuro

Desde el primer momento, la complejidad de la fabricación de vehículos ha sido el principal motor de la innovación. Deben diseñarse y producirse miles de piezas con tolerancias muy estrictas para que encajen y funcionen una vez que dejan la línea de montaje de los OEMs. En la industria actual, los consumidores demandan más personalización y conectividad, a pesar de que los recursos empiezan a escasear. Por este motivo, los fabricantes se ven obligados a conseguir más con menos: más innovación en menos tiempo, más trabajo con menos personal y más energía con menos emisiones. Con todo, pueden convertir estos desafíos en ventajas gracias a una solución de fabricación inteligente que empiece con la evolución de la fábrica. Al actualizar equipos antiguos con sensores inteligentes y software, se pueden recoger y analizar datos para tener en cuenta las tendencias y otra información prescriptiva. Las tecnologías de la Industria 4.0 como la inteligencia artificial (IA) o el Internet industrial de las Cosas (IIoT) pueden utilizarse para conectar celdas de trabajo, líneas de montaje y toda la fábrica con gemelos «live» que optimicen los procesos y resuelvan los problemas en tiempo real. Los fabricantes que modernizan sus fábricas están construyendo la base de los futuros avances tecnológicos.

Los elementos de una fábrica inteligente

La última revolución industrial ha introducido varias tecnologías emergentes para que los fabricantes puedan estar al día en este sector tan cambiante. A diferencia de los procesos de producción tradicionales, totalmente desconectados, la fabricación inteligente combina sensores, IA, IIoT y automatización avanzada para generar, procesar y analizar datos y obtener así información prescriptiva y predictiva. Con la integración inteligente, se lanzan nuevos coches sin problemas mientras que se siguen produciendo los modelos actuales. La simulación robótica avanzada permite que las líneas de montaje se diseñen y dupliquen fácilmente para transferir o incrementar la capacidad de producción cuando sea necesario. Un sistema de ejecución de la fabricación (MES) posibilita la comunicación entre personal, equipos y procesos para producir las piezas adecuadas en el momento oportuno. Y, por encima de todo, un sistema de calidad de bucle cerrado gestiona los problemas de calidad en tiempo real para eliminar las repeticiones de trabajo y minimizar el tiempo de inactividad. Con la solución escalable de fabricación inteligente y abierta de Siemens, los fabricantes pueden personalizar cada evolución de sus instalaciones de producción según sus necesidades. Así podrán ofrecer una ventaja competitiva rápida y rentable.